La enfermedad de la diabetes no es plato de buen gusto para nadie cuando sus efectos secundarios se hacen notar, como la sequedad bucal. A lo largo de los años se ha demostrado que existe una estrecha relación entre un alto valor glucémico y los trastornos bucodentales.
Cuando el primero no está controlado es capaz de deteriorar los glóbulos blancos en la sangre; éstos son una de las defensas que tiene nuestro organismo contra las infecciones bacterianas. La enfermedad periodontal, por ejemplo, se debe en parte a este hecho.
Sin embargo, hoy nos gustaría centrarnos en hablar sobre cómo la diabetes afecta a la sequedad bucal cuando las glándulas salivales no son capaces de producir suficiente saliva.
¿Qué problemas acarrea la sequedad bucal?
Entre los más comunes asociados a la diabetes, podemos encontrar:
- Sensación seca y viscosa en la cavidad oral.
- Lengua dura y muy áspera.
- Garganta seca, con tendencia a la tos.
- Dificultad continua para saborear los alimentos, masticar o deglutir.
- Sensación de ardor en la lengua y cara interna de las mejillas.
- Labios agrietados.
¿Cómo actuar si padeces diabetes y xerostomía?
Toma nota de los siguientes consejos, aunque puedan parecer muy «simples» pueden ayudarte más de lo que imaginas.
- Cepíllate los dientes después de cada comida, incluso si has tomado algún alimento para picotear.
- Entre las frutas, selecciona la manzana. Gracias a su acidez se estimula la producción de saliva.
- Si te gusta la manzanilla o la menta, no dudes en preparar infusiones. Son dos plantas medicinales que ayudan a combatir la sequedad bucal.
- Acude a tu farmacia más cercana y compra un producto que estimule la salivación. Suelen recomendar opciones naturales con base de aceite de oliva.
- Padeciendo diabetes, no puedes dejar de visitar a tu dentista por más de seis meses al año.
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